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JULIÀN AGUIRRE El Club Ferroviario Vaporista de Mallorca realizó, durante la mañana de ayer, una exhibición de sus locomotoras en el centro de rehabilitación ASPACE. Alrededor de 75 niños de diferentes edades disfrutaron de una divertida y amena jornada viajando en los vagones de esta peculiar locomotora, que está realizada a escala, en miniatura y en la que se puede viajar sin riesgos. Roberto Rueda, uno de los responsables del club, explica: «Nuestras locomotoras son de construcción artesanal.

No son juguetes, sino fiel réplica de los modelos reales y capaces de transportar entre 10 y 20 pasajeros por tren». Carlos es uno de los muchos niños que ayer pudieron disponer de billete para montar en tren. Luisa disfrutó de lo lindo montando en el vagón y saludando a sus amigos. Tres locomotoras hicieron las delicias en el jardín de ASPACE, donde pequeños y mayores se fotografiaron junto a las pequeñas, pero potentes locomotoras. Incluso se produjo algún descarrilamiento de las máquinas provocando momentos muy simpáticos: algunos pasajeros fueron a dar con sus huesos en el suelo.

El Club Ferroviario Vaporista de Mallorca nació a finales de 1998 entre varios aficionados al tren con el ánimo de estudiar, construir y fomentar el modelismo ferroviario a escala. Esta afición está ampliamente difundida desde hace décadas en países como Inglaterra, Estados Unidos, Francia, Alemania, etc. En España existen unos 34 circuitos. El circuito por donde pasa la locomotora es portátil con carril de acero, con una longitud de unos 100 metros. Cada tren conserva los más pequeños detalles que existen en la realidad.