TW
0

La iglesia de Santa Catalina de Siena, situada en la calle Sant Miquel de Palma, quedará cerrada a cal y canto la próxima semana. El motivo es la marcha a Barcelona de los padres mínimos, que se han encargado de la iglesia desde 1996.

Los padres Victoriano García y Anastasio de la Peña y el fraile Carlos Nicolau se trasladarán a la Ciudad Condal la próxima semana por decisión del superior de la orden, motivada por la escasez de nuevas vocaciones.

Fuentes de la Diócesis de Mallorca han manifestado que, mientras se concreta el destino que se da a este templo o quién se hará responsable de la iglesia de Santa Catalina de Siena, ésta quedará cerrada al culto.

El Obispado de Mallorca ruega a los fieles que asisten habitualmente a las celebraciones que tienen lugar en este templo que, a partir de la próxima semana, participen en los servicios religiosos de las iglesias más próximas.

Por su parte, los feligreses de esta iglesia han recogido en los últimos días en torno a 600 firmas pidiendo al obispo de Mallorca, Teodoro Úbeda, que no cierre al culto la iglesia Santa Catalina de Siena, y hoy se las intentarán entregar.

Los feligreses se han entrevistado con Andreu Genovart y Bartolomé Tauler, vicarios general y episcopal, para rogarles que la Iglesia reconsidere su decisión, «sin embargo, ambos mantuvieron su decisión de cierre y la conversión del templo en almacén o museo».

En opinión de los fieles, la razón del cierre «no es la escasez de clero diocesano, pues ha habido varios grupos de religiosos que se han ofrecido a llevar esta iglesia. Se traslucen razones de índole política, en el más estricto sentido de la palabra "aducen los feligreses", por el rechazo a conceder la iglesia a ciertos grupos religiosos de la Iglesia católica que difunden una sana doctrina espiritual y que están alejados de contiendas políticas».

Los padres mínimos se encargaban también desde hace quince años de las misas del cementerio de Palma, por lo que ahora otro equipo de sacerdotes se hará cargo de la celebración de exequias y se mantendrá la misa dominical en la capilla, que, a partir del próximo día 20 de febrero, se celebrará a las 11 horas, en vez de las 10.30, como venía siendo habitual, y la presidirá el sacerdote Antoni Burguera.