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Cuba ya está en el recuerdo y, sin embargo, dará que hablar. A partir de ya, la oposición comenzará a preguntar. Que cuánto costó el viaje, que por qué no se criticó la dictadura de Castro, que por qué no viajó el conseller de Turisme cuando realmente se iba para tratar temas turísticos, que por qué se utilizó el discurso de inauguración de la Casa Balear de Cuba para fustigar al PP... Ya verán, ya, cómo no me equivoco.

Hoy concluyo esta crónica desde tierras cubanas diciendo, entre otras cosas, lo siguiente: que ¡por fin!, aunque fuera el último día, exactamente durante la recepción que ofreció el embajador de España en La Habana a la comitiva balear, alguien habló de la silla de Maceo, que ya me estaba mosqueando que con lo mucho que se habló de ella hace años, ahora, que se estaba en el mejor lugar y en el mejor momento, se pasara por alto. Pues no. El historiador de la ciudad Eusebio Leal, en esa recepcion, estuvo hablando al respecto "de la devolución de la silla" con en el conseller Mesquida, y éste le contestó que aun estando a favor de la devolución, ésta es cuestión de tres, de dos que quieren que la silla regrese a Cuba, los cubanos y el Govern, y de uno, Cort, propietario de esa silla, que no sabemos qué decidirá. Durante la cena "a la que asistió tambien Cánaves, de la Cadena Sol en Cuba", llamó la atención ver cómo Castro, que se sentó entre Pere Fullana y el conseller Mesquida, seguía con el primer plato mientras todos habían llegado ya al postre. ¿Por qué? Porque habla, habla y habla... Por cierto, es un gran bebedor de buen vino. Hasta el último momento, casi las cuatro de la madrugada, estuvo bebiendo Vega Sicilia. ¡Y aguanta....! Porque mientras sus acompañantes no sabían qué hacer para mantener los párpados abiertos, él, como si nada. Bueno, él y también Antich y Mesquida, a quienes por cierto, al día siguiente, no logramos convencerles para que se pusieran un sombrero cubano, aunque sí posaron con él.

Volviendo a Castro, que preguntó mil cosas sobre Mallorca y a quien se le informó sobre el Pacte de Progrés y el pacto entre IU y PSOE para las próximas elecciones "«es bueno que la izquierda se una ante la derecha», manifestó el dictador", y que se proclamó un ferviente admirador del Papa y de la 'sobreasada' mallorquina "Antich le dijo que le enviaría un par de kilos esta semana", regaló una caja de puros a cada uno de los baleares, puros firmados por él, amén de un autógrafo en el que confundió la fecha (puso 99 en vez de 2000), aunque luego rectificó, achacando el error a la falta de hábito.