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El conflicto que mantienen los transportistas de escombros repercutió ayer de lleno en el «baratillo» de las Avenidas, ya que los contenedores depositados en la zona impidieron a varios comerciantes realizar su actividad de forma normal. Unos 100 metros, aproximadamente, de la franja ocupada de forma habitual los sábados por los tenderos, quedaron inutilizados, generando protestas de toda índole entre los afectados.

«Es increíble que tengamos que pagar el pato unos pocos por un conflicto que no nos va ni nos viene. Hay mucho espacio en Palma para dejar estos contenedores, pero no, están donde más daño hacen a un grupo de comerciantes modestos», señaló uno de los tenderos afectados. Las instituciones públicas siguen sin llegar a localizar unos terrenos «apropiados» para que los transportistas de escombros depositen los vertidos. Por ese motivo, el colectivo que preside Joan Sastre decidió incrementar las acciones de protestas el pasado viernes, depositando contenedores delante del Consolat de la Mar.

La Asociación de Transportistas de Escombros se ha quejado en reiteradas ocasiones de no disponer de una superficie para el vertido de escombros de obras. A pesar de que han contado con varias posibilidades, las numerosas protestas vecinales han frustrado sus expectativas para resolver el problema. Hasta ahora, estaban depositando los escombros en Son Reus, después de unas negociaciones emprendidas con la presidenta de EMAYA, María Crespo.