Enrique Barón, presidente de los diputados socialistas en el Parlamento Europeo, abordó en su conferencia los futuros retos de la construcción europea. Foto: JOAN TORRES.

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El presidente de los diputados socialistas en el Parlamento Europeo, Enrique Barón, se mostró convencido de que, en un proceso cambiante como el que en este momento vive la Unión Europea, se requieren ajustes profundos que fortalezcan la institución y que eviten la posible reacción negativa que pueda surgir en algunos sectores. Barón, europeísta convencida, reconoció que muchas de las preguntas que ahora se plantean sobre el futuro de la unión de los europeos no tienen respuesta. Pese a ello, expresó su más firme convicción de que el futuro europeo va por buen camino, aunque la Unión Europea tal vez no llegue nunca a tener una estructura similar a la de los Estados Unidos.

Barón realizó ayer estas reflexiones en la conferencia que pronunció en Palma invitado por el Club Ultima Hora. En sus saludo a los asistentes a la conferencia, el presidente del Club, José Antonio Segurado, destacó las novedades de este quinto curso de conferencias, tras cuatro años y medio de funcionamiento.

Anunció que la viuda de Paulí Buchens, Paula Mir, ocupará la vicepresidencia del Club en sustitución de Carmen Serra, de quien alabó el trabajo realizado a lo largo de estos casi cinco años. Segurado agradeció la mayor implicación de Gabriel Escarrer en el proyecto. También avanzó parte de las próximas convocatorias del Club.

En su conferencia, Barón se refirió inicialmente a su etapa de ministro de Turismo para elogiar la labor desempeñada por Pere A. Serra para que el sol de Miró se convirtiera en el símbolo de la nueva etapa turística de España. Alabó además la labor de mecenazgo de Serra con el proyecto de Museo d'Art Modern i Contemporani.

Ya en materia europea, Barón hizo un somero repaso de las crisis que ha sufrido la Unión Europea durante la fase de construcción. Más concretamente, afirmó que la última crisis que sufrió la Comisión presidida por Jacques Santer tuvo su origen en varios factores entre los que citó el hecho de que la Comisión asumió progresivamente más trabajo sin tener recursos suficientes para cumplirlos. De manera simultánea, aseguró que la crisis también se debió a que la Comisión no entendió el cambio político surgido en un Parlamento que, por primera vez, exigía responsabilidades.

Sobre la situación del Parlamento Europeo, destacó la actual complejidad que deriva de un equilibrio técnico entre conservadores y socialdemócratas. Afirmó que la aparente superioridad numérica de los conservadores responde a las «opas» que han realizado sobre partidos como Forza Europa y otros «eurofóbicos». Con este panorama, señaló, sin embargo, que los conservadores pretenden que el Parlamento se convierta en el contrapeso de un Consejo al que consideran «escorado» hacia la socialdemocracia ya que 12 de los 15 gobiernos son socialdemócratas.

Sobre los retos de esta legislatura, Barón citó la creación de empleo, la implantación definitiva del euro y el acondicionamiento de un espacio de «libertad, seguridad y justicia». Al respecto explicó que será necesario profundizar en la tesis de una ciudadanía europea, que tanta importancia tiene en Balears, donde muchos europeos tienen fijada su residencia. En la legislatura se abordará además la política de inmigración, el fortalecimiento de los derechos de los consumidores, el medio ambiente y la política de seguridad, que ya cuenta con una fuerza europea de intervención rápida compuesta por 50.000 hombres. No obstante el principal reto con el que se encuentra la UE es su ampliación y la necesidad de ajustar los actuales mecanismos institucionales a esta nueva realidad.

En su opinión, estas ampliaciones, que en un plazo de diez años pueden afectar a doce o trece países, requerirán que las estructuras europeas se adecúen a un modo de funcionamiento diverso. Alertó del riesgo de que el Parlamento lo lleguen a formar cerca de mil miembros, que la Comisión esté formada por 35 comisarios o que en el Consejo participen 28 ministros, lo que supone una merma de operatividad.

En cualquier caso, ante estos desafíos que se abren, Barón consideró que hay que presentar un proyecto «suficientemente sugestivo» que no genere rechazos. «Merece la pena que sigamos buscando soluciones originales para nosotros, para nuestros hijos y para toda la Humanidad», concluyó Barón.

En el coloquio posterior, Barón explicó que, en ocasiones, los propios diputados socialistas discrepan en cuestiones vitales para sus respectivos países, como pueden ser los problemas que suscitan el aceite o el vino.

Ante la inquietud demostrada por Felipe Navío por las carencias del sistema de navegación europeo, Barón aseguró que el Parlamento también está trabajando para resolverlo. Se mostró convencido de que Europa tiene futuro, pero no se atrevió a dar una fecha a José Antonio Segurado sobre cuándo habrá un sistema definitivamente estabilizado.