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M.G./L.H. El Ajuntament de Palma está dispuesto a facilitar el acceso a una vivienda a los inmigrantes africanos que tienen dificultades para lograr un alquiler, siempre que estas personas se comprometan a respetar los acuerdos del contrato.

Así de claro se mostró ayer el teniente de alcalde de Relaciones Institucionales y Turismo de Cort, Joan Bauzà, a quien, al encontrarse ausente al responsable de Acción Social, le tocó recibir a un grupo de unos veinte inmigrantes que ayer se manifestaron ante el Consistorio para protestar por las condiciones en las que viven. Estas personas, en su mayoría procedentes del Africa subsahariana, se encuentran en Mallorca de forma legal, con contratos de trabajo, pero afirman que les resulta casi imposible acceder a una vivienda pues en cuanto el dueño de un piso se da cuenta de que son inmigrantes africanos o se les niega el alquiler o se les pone un precio que en ningún caso pueden asumir.

También le relataron al edil popular el trato xenófobo que dicen sufrir. Como ejemplo contaron que a menudo la Policía Local les exige la documentación cuando se encuentran descansando en la Plaza de España o el Parc de ses Estacions, pues en muchos casos no pueden regresar al lugar en el que pernoctan hasta la ocho y media de la tarde, caso del Hospital de Nit o el Monasterio del Secar de la Real. Otros han tenido que irse a vivir en unas casetas instaladas en la Vía de Cintura.

Ante todas estas quejas, el concejal decidió volver a citar a los portavoces de este colectivo afectado, unas 680 personas, el próximo lunes, a las 10.00 horas, en Cort para mantener una reunión más extensa con él y con el edil de Acción Social. «Les he pedido que traigan un censo de las personas afectadas por el problema de la vivienda y que especifiquen las protestas de trato discriminatorio que hayan padecido». Pero el Consistorio tampoco está dispuesto a hacerse cargo del problema en solitario, por eso Bauzà aclaró que «estudiaremos el problema y remitiremos a las demás instituciones la parte de responsabilidad que les corresponda para entre todos encontrar soluciones. Por casas no nos vamos a quedar, el Ajuntament les prestará toda la ayuda y todas las facilidades posibles», aunque, en contrapartida, ellos deberán comprometerse a respetar las condiciones de contrato, pues en ocasiones se han recibido protestas de que en casas donde deberían vivir 4 ó 6 personas, acaban residiendo muchas más.