La consellera de Sanitat, Aina Salom, con el alcalde de Inca y el director territorial del Insalud.

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Una vez adelantado por el Govern los 250 millones para la construcción del hospital de Inca, la polémica entre la Conselleria de Sanitat i Consum y el Insalud continua. El Ejecutivo autonómico considera el protocolo sanitario de Matas y Romay Beccaria es lesivo para los ciudadanos de Balears y en este sentido está negociando con Madrid "puenteando a la dirección territorial del Insalud" la modificación de varios puntos además de la cofinanciación del hospital de Inca, que rechaza.

La consellera de Sanitat i Consum, Aina Salom, en declaraciones a Ultima Hora , expuso que así como no hay nada que decir en que el Insalud retire la subvención del Hospital de la Cruz Roja una vez se ponga en marcha el Hospital General Son Llàtzer (Palma II) en cuanto que Cruz Roja ya ha anunciado que quiere reconvertir el hospital en un geriátrico, no ocurre lo mismo con el Hospital San Juan de Dios. El Ejecutivo autonómico exige que se mantenga la financiación a este centro hospitalario por parte del Insalud después de abrirse el Palma II en cuanto que realiza una labor que debería prestar con sus propios medios el Gobierno central que es quien, en estos momentos, tiene las competencias sanitarias. Y es que, el Govern del Pacte de Progrés recuerda que la Ley General de Sanidad dice que el Insalud no sólo es el encargado de dar la prestación sanitaria a enfermos agudos sino también a crónicos (atención sociosanitaria) de forma directa (centros propios) o de forma concertada como hace con San Juan de Dios, Cruz Roja, Hospital General y Joan March.

Sin embargo, hoy por hoy, el punto más peliagudo de la negociación se refiere al Hospital General Son Llàtzer, cuyas obras debía haber acabado el Insalud ya hace meses. La Conselleria de Sanitat i Consum y el Insalud no se ponen de acuerdo ni en las patologías que debe asumir dicho centro sanitario ni en el número de camas. El Insalud "tras haber dicho sí al hospital de Inca" quiere recortar de forma drástica la capacidad para el que se construyó, esto son 546 camas, mientras que el Govern se niega a ello.

El gerente del Serbasa "el futuro Insalud balear cuando Balears asuma las competencias sanitarias", Adolfo Marqués, manifiesta que el número mínimo de camas es de 430 pero siempre con la posibilidad de llegar a su máxima capacidad. Madrid, según ha podido saber este diario, y confirmado fuentes del Insalud, quiere recortar el número de camas en unas 200 y, además convertir Son Llàtzer en un hospital comarcal (nivel 3) en lugar de un hospital de nivel 2 que defiende el Govern. Son Dureta es un nivel 1 mientras que Manacor y el futuro hospital de Inca son nivel 3. En la práctica un nivel u otro significa tratar o no tratar unas patologías. Así, por ejemplo, el Insalud no quiere que el Palma II tenga cirugía vascular (que sí tiene Manacor) o, resonancia magnética.

Por último, el Govern está de acuerdo en la gestión compartida de este hospital a través de un consorcio entre tanto se reciben las competencias sanitarias.