Cascadas rojas, doradas y plateadas 'pintaron' el cielo de la bahía de Palma. Foto: JAUME ROSSELLÓ.

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Miles de espectadores fueron testigos de excepción del tercer espectáculo de fuegos artificiales organizado con motivo de la celebración de las fiestas de Sant Sebastià. Como novedad, el castillo de fuegos fue lanzado desde el extremo del Moll Vell y seguido por una multitud que aplaudió un año más los originales fuegos acuáticos, que este año compartieron espacio con los lanzados desde el muelle.

La empresa ONO patrocinó el espectáculo, calificado como «el más importante a nivel europeo», y no decepcionó a un público ávido de colores, figuras en el cielo y ruido. El espectáculo comenzó puntual ante un público que se congregó en el Passeig Marítim, Parc de la Mar y es Jonquet. Y se inició con una fantástica explosión de colores que iluminó la bahía. Durante aproximadamente 20 minutos el cielo se encendió gracias a los diez mil kilos de pólvora que crearon figuras como una inmensa fachada de fuego o «cuadros» con rojos, violetas o dorados. Fue algo así como una muralla incandescente que surgió de las aguas de la bahía "denominado «Fuente de Versalles»", al que se sumaron chorros de luz y bombardeos de color que culminaron con una gran apoteosis final, seguida de un conjunto de tracas plateadas. Con espectacularidad y color se fueron sucediendo las diferentes figuras proyectadas sobre el cielo. Igual de fantásticos y menos soprendentes "tal ves por cumplirse ya la tercera edición de este espectáculo", los fuegos gustaron a un público que aplaudió y llenó el centro de Palma.

La EMT habilitó un servicio especial y muchos fueron los ciudadanos que se preguntaron por qué no fue gratuito. La elección del Mol Vell fue una acertada decisión que permitió observar el espectáculos con menos agobios y en una superficie mayor que en anteriores ocasiones. Incluso hubo quien sacó su barca al centro de la bahía para poderlos ver mejor.

La estampa que crearon las explosiones fue especialmente bonita cuando reflejaron en la bahía los rojos, plateados y dorados que llenaron el cielo.