Miguel Angel Domingo en el momento de cruzar, anoche, el umbral de la prisión de Palma. Foto: TERESA AYUGA.

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«Iré hasta el final con mi protesta», dijo anoche el camarero en paro Miguel Àngel Domingo, poco antes de ingresar en la cárcel de Palma donde permanecerá durante 16 días por no abonar 600.000 pesetas correspondientes a la pensión de su ex mujer. Un juez de Zaragoza, donde está radicada su ex esposa y el hijo pequeño de ambos, dictó la orden de prisión debido a que Miguel Àngel no pudo cumplir los fines de semana de arresto en la capital aragonesa. «O trabajaba en la temporada alta en Mallorca o cumplía la orden, porque ya se sabe que los camareros cuando más trabajo tenemos son los fines de semana», explicó.

Miguel Àngel se confesó «tremendamente abatido» antes de cruzar el umbral de la puerta principal de la cárcel de Palma. «Estoy muy deprimido porque veo que mi situación sigue igual, a pesar de todas las cartas que le he remitido al juez explicándole cual era mi situación. Le pedí por favor que atendiera mis razones y que revisara el caso, pero se ha negado en redondo. Estoy fatal, pero cumpliré con lo ordenado, aunque la razón me asista», afirmó.

Con una pequeña bolsa como todo equipaje, el camarero en paro recordó que se encuentra en huelga de hambre desde el pasado 6 de enero. «Voy a mantener esa postura hasta el final y en la cárcel tampoco ingiriré alimento sólido ni líquido alguno», subrayó.

Miguel Àngel reiteró que ya ha dejado de creer en la Justicia y aseguró que su caso no es el único. «Hay que entender las razones y circunstancias por las que una pareja se separa. Mi ex mujer y yo vivíamos en Valencia, las cosas empezaron a ir mal en nuestra relación y ella decidió llevarse a mi hijo a Zaragoza, ciudad donde interpuso la demanda. Fue ella la que decidió irse, yo no la abandoné», indicó.