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Los vecinos de la carretera militar del Arenal contarán en breve con una zona verde tras finalizar la demolición del hotel Felipe, situado en el número 55, en una iniciativa que se enmarca dentro de Plan de Esponjamiento de hoteles del Govern balear.

Este edificio, que ocupaba una superficie de 548 metros cuadrados formado por tres solares, se encontraba en un avanzado estado de degradación, abandono y deterioro y, al mismo tiempo, según aseguran fuentes de la Direcció General de Patrimoni, «causaba un fuerte impacto ambiental en el entorno en el que estaba situado ya que la zona limítrofe es un casco urbano consolidado con edificaciones antiguas y muy saturadas».

La compra de estos tres solares que albergaban al establecimiento hotelero, que era propiedad de Bartomeu Amengual y constaba de cinco planta de altura, han supuesto un gasto de 78 millones de pesetas, cifra ofertada por el propietario del inmueble.

Se da la circunstancia de que la cuantía desembolsada por el Govern es inferior a la valoración de 117 millones de pesetas realizada por un técnico de la Conselleria de Turisme y a la valoración catastral de dicho inmueble, que es de 106 millones de pesetas.

El objetivo del Ejecutivo, que hizo efectiva la compra el pasado mes de abril, es que tras la cesión al Ajuntament de Palma se ubique en el terreno «un espacio destinado al disfrute de los ciudadanos», señalaron.

Esta actuación concreta se planeó conjuntamente con el derribo, y también reutilización, del hotel Rembrandt situado en un solar de 1.534 metros cuadrados entre las calles Joan Miró y Corb Marí.