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Todos mantenemos vivo en el recuerdo, con cariño y añoranza, algún regalo traído por los Reyes Magos cuando eramos pequeños y que nos hizo especial ilusión. La gente conocida de la Isla ha querido compartir con nosotros sus recuerdos. «Me acordaré toda la vida de la primera bicicleta de dos ruedas que me trajeron los Reyes, no sólo porque en aquél entonces se estilaban los triciclos, sino porque fue mi abuelo el que me enseñó a mantener el equilibrio», comentó el alcalde Joan Fageda. Para el president Antich fue un carro de madera que le trajeron a los diez años y con el que jugó muchísimo.

El caso de Catalina Cirer es muy divertido, pues ella era una niña a la que no le gustaban demasiado las muñecas, «al contrario que a mi hermana y mis padres, que siempre nos regalaban». Sin embargo, a los cuatro años, los Reyes le trajeron una «muy rubia, vestida de rojo y que cuando le apretabas un brazo sacaba la lengua». Esta última característica fue sin duda la que llamó la atención de la delegada del Gobierno: «Todavía la conservo y ahora son mis hijas las que juegan con ella», nos contó. Una muñeca fue también lo que marcó la infancia de Olga Bestard. Se trataba de una muñeca americana que venía acompañada de todo tipo de accesorios, «todo un lujo para aquella época», recuerda. Ella la regaló «para que hiciera a otra persona tan feliz como me hizo a mí», dijo.

Joan Bauzà, uno de los componentes de Diabéticas Aceleradas, como buen amante de los animales no olvida aquellas Navidades en que los Reyes Magos le trajeron una chiuaua llamada Lady, y para Luis Carreras, como buen futbolista, significó mucho recibir a los siete años un futbolín "regalo de sus padres" y una bicicleta "de su abuelo", que marcaron su futuro como deportista.