Concha García conoció a Antich cuando tenía 16 años.

TW
0

Concha García lleva con resignación la popularidad y responsabilidad de su esposo. Concha García es madre de dos niños, Tomeu y Pep, de 12 y 5 años, con los que intenta llevar una vida normal. Pero las cosas han cambiado para todos ellos. La esposa del president Francesc Antich intenta que la vida familiar no cambie para nadie.

"¿Cómo ha cambiado su vida desde que su esposo es president del Govern?
"Muy poco, se lo puedo asegurar. Lo único que ha cambiado es que hay que asistir a algunos actos, pero en lo demás intentamos que todo siga igual, y ese es nuestro objetivo. Vamos con los amigos de siempre, los niños van al mismo colegio, y nuestras actividades tampoco han cambiado.

"¿Tampoco nota la falta de tiempo?
"Sí, un poco, pero sobre todo por parte de Xisco. Algunos días, cuando llega a casa, nuestros hijos ya están durmiendo.

"¿Qué hace el president cuando está en casa?
"Cuando llega pronto juega con los niños y aprovechan el tiempo al máximo. Juegan, se cuentan cosas, como ocurre en cualquier familia, y es digno de verlos.

"¿Usted también nota el peso del poder?
"La responsabilidad es de él, y lo único que hago es apoyarle en todo lo que puedo.

"¿El president le hace consultas?
"A veces, pero en casa tenemos por costumbre hablar lo menos posible de política.

"¿Qué hacen los fines de semana?
"Solemos estar en casa y no nos movemos de Algaida. Seguimos los partidos de fútbol de nuestro hijo mayor, vamos con los amigos, y los domingos a mediodía nos tomamos un variado. Lo de siempre.

"¿Tiene buenas relaciones con Maria Antònia Munar?
"La conozco desde hace muchos años y tenemos una relación amable y cordial.

"¿Está afiliada al PSOE?
"Desde el año 87, pero nunca he tenido ningún cargo ni en la Agrupación de Algaida ni en otro órgano del partido.

"¿Cómo se conocieron?
"En las verbenas que se hacían en verano. Yo era de Llucmajor y él comenzó a venir por el pueblo. Y así empezó nuestra relación, hace ya bastantes años. Xisco fue mi primer novio y lo conocí cuando yo tenía 16 años.

"¿Siempre hablan mallorquín en casa?
"Sí, por supuesto. Y le voy a contar una anécdota: cuando mi hijo mayor supo que yo era forastera no se lo podía creer porque siempre he hablado mallorquín.

"¿Qué valor destacaría de su marido?
"Es una persona muy sencilla y dialogante, y siempre está dispuesto a consensuar las cosas.

"¿Se toma muy mal las críticas que recibe su marido?
"A nadie le gustan las críticas, pero hay que aceptarlas.