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Ni «efecto 2000» ni sobresaltos de consideración. La última Nochevieja del siglo acabó con relativa tranquilidad, a pesar del enorme dispositivo que las fuerzas y cuerpos de seguridad, así como organismos de emergencia, habían montado en previsión de desastres. Ultima Hora realizó un recorrido nocturno por los centros neurálgicos de la seguridad en Mallorca y comprobó que los efectivos de guardia, que eran muchos, se encontraban relajados y, muchos de ellos, lógicamente contrariados por tener que trabajar esa noche.

Ambulancias Insulares, con sede en el polígono de Can Valero, y el 061, emplazado en la calle Fábrica, permanecieron muy atentos a cualquier novedad, pero un portavoz comunicó que la noche había sido «francamente tranquila, mucho más de lo que imaginábamos». La 313 Comandancia de la Guardia Civil, en la calle Manuel Azaña, centralizó la información que generaban los cuarteles repartidos a lo largo de la Isla y un importante retén de guardia, al mando de un comandante, siguió expectante las noticias que iban llegando desde cualquier punto de la geografía isleña.

Al final, los funcionarios de guardia comprobaron que el temido «efecto 2000» no había afectado a los sistemas informáticos del Cuerpo y que, por tanto, la situación estaba controlada. En la Jefatura de policía de la calle Ruiz de Alda la Nochevieja pasó de manera similar. Los principales responsables del Cuerpo Nacional de Policía pasaron la noche en vela, por si surgían problemas. En ese caso, había creado un 'gabinete de crisis' en la Delegación del Gobierno. En el cuartel de Fernando el dispositivo de emergencia también se sorprendió de la escasa actividad de una noche como la de fin de año.