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La llegada del nuevo año permite mantener costumbres y tradiciones como degustar un buen chocolate con ensaïmades tras trasnochar durante la Nochevieja. Al amanecer muchos son los ciudadanos que culminan su inolvidable noche con un delicioso desayuno a base de chocolate con ensaïmades o churros. El bar Cristal de Palma sirvió más de 1.000 ensaïmades durante la mañana de ayer.

Muchos establecimientos, como 1916 y otras cafeterías, abrieron sus puertas a primera hora, incluso los hubo que no cerraron en toda la noche. Los primeros en tomar chocolate lo hicieron a las cuatro de la madrugada, pero las diez de la mañana fue la hora más o menos prudente para despedir la gran noche y rendirse al descanso tras una agotadora noche.