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El pleno del Parlament aprobó ayer, con los votos en contra del PP, la enmienda que resta competencias a los ayuntamientos en actividades clasificadas. El pacte de progrés, a través de socialista Antoni Diéguez, reconoció que dicha enmienda no tendría que haberse presentado con la ley de acompañamiento de los prespuestos, pero subrayó que se introducía «porque es un caso de urgencia». El Govern pretende tener la última palabra en la puesta en marcha de sistemas de tratamiento de residuos en Son Reus sin tener que contar con el visto bueno del Ajuntament de Palma. El pacte pretendía que se modificase la enmienda para ceñirla, únicamente, al caso de Son Reus, y no a todos los ayuntamientos de Balears. El PP no aceptó dicha modificación y se aprobó la enmienda original.

«Esta propuesta es uno de los peores ataques frontales a la autonomía municipal», lamentó Jaume Font, del PP, quien criticó «el miserable servilismo del Govern hacia el Consell de Mallorca».

Font definió la enmienda de «atentado y una vergüenza», y acusó al nuevo Govern «de no creer en los ayuntamientos». «Lo que está muy claro es que quieren hacer cosas en los ayuntamientos donde no gobiernan», subrayó el diputado del PP.