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Trabajadores del Departament de Carreteres, adscrito a la Conselleria d'Obres Públiques, utilizan con fines privados las casetas públicas de los antiguos peones camineros que hay distribuidas por la geografía de Mallorca, a pie de las carreteras. Además, dos de ellas, una en la carretera de Sóller y otra en Valldemossa, están ocupadas por trabajadores de esta Conselleria.

Las casetas de peones camineros pertenecen al patrimonio de la Comunitat Autònoma y desde hace más de 20 años son disfrutadas por trabajadores del Departament de Carreteres, que las utilizan los fines de semana o festivos para reuniones particulares. De hecho, el personal adscrito a Obres Públiques puede solicitar el uso de estas casetas sin que exista un criterio de selección ni una regulación al respecto.

Al parecer, esta situación se da desde hace más dos décadas cuando cambió el sistema de conservación de las carreteras. Los peones camineros dejaron de habitar las casetas y, a cambio del mantenimiento, se comenzaron a ocupar las casillas para fines que nada tienen que ver con la administración pública.

Tampoco parece que haya un control exhaustivo del número de casetas y, al menos una de las viviendas ocupadas, sigue siendo patrimonio de la Comunitat. Se trata de una ubicada en el municipio de Valldemossa, donde la caseta se ha dividido en dos y una de las partes se ha vallado. Según el inventario facilitado a este periódico por la Direcció General de Patrimoni, en Mallorca hay 8 casetas o casillas de camineros de titularidad pública. Estas se localizan en las carreteras de Alcúdia (punto kilométrico 64'9 de la PM-222), Banyalbufar (kilómetro 81'2 de la C-710), Campos (kilómetro 7'7 de la PM-604), Inca (kilómetro 3'4 de la PM-820), sa Pobla (Flecha Jover, 17), Sóller (kilómetro 23'5 de la C-711), Sóller (kilómetro 57 de la C-710) y Valldemossa (kilómetro 75'3 de la C-710). Varias fuentes consultadas por Ultima Hora han indicado que tendrían que contabilizarse más casillas en Mallorca.