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Un total de 47.000 contribuyentes de Baleares de un total de 90.000 que quedarán liberados de la obligación de presentar la declaración de la renta correspondiente al ejercicio de 1999, tendrán derecho a una devolución pero tendrán que solicitarla en el plazo convenido, según los datos que maneja la Agencia Tributaria de Baleares. Esos 90.000 ciudadanos podrán acogerse al nuevo modelo de devolución rápida del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), que ayer presentó el delegado especial de la Agencia Tributaria de Baleares, Antonio Miralles. La devolución podrá variar entre las 5.000 y más de 20.000 pesetas, cantidad que los contribuyentes isleños recibirán entre el 15 de marzo y el 30 de abril del año 2000. Los contribuyentes que podrán acogerse al nuevo modelo de devolución rápida no podrán percibir rendimientos del trabajo personal superiores a los 3.500.000 pesetas a lo largo de 1999.

«El límite», explicó Miralles, «es de 1.250.000 pesetas cuando se perciban rendimientos de este tipo de más de un pagador, cuando no se deba retener por los mismos o se perciban pensiones compensatorias o anualidades por alimentos no exentas».

Asimismo, las personas que se acojan a ese nuevo modelo, no deben percibir rendimientos de capital mobiliario y ganancias patrimoniales sometidos a retenciones, así como subvenciones por la adquisición de viviendas de protección oficial o de precio tasado por un importe superior a 50.000 pesetas en cada caso, con un límite conjunto máximo de 250.000 pesetas al año.

A partir del 1 de enero, la Agencia comenzará a enviar cartas en las que, además de las etiquetas identificativas, los ciudadanos recibirán un folleto explicativo sobre el modelo de devolución rápida. Los contribuyentes de Baleares no tendrán que hacer ningún desplazamiento ni realizar ningún tipo de cálculo, porque la Agencia Tributaria se encargará de oficio de todo el proceso.