Los objetos de decoración, tan elegantes como exóticos, son una constante en estas tiendas. Foto: PERE BOTA.

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Platos decorativos, cajas-joyero, máscaras, manteles, vajillas, colchas, alfombras... todo llegado de países lejanos del Tercer Mundo, son algunos de los objetos que se comercializan en establecimientos como el de Intermón o s'Altra Senalla. Estas tiendas basan sus políticas de venta en el comercio justo.

Guillermo Nadal, voluntario en s'Altra Senalla, nos explica que el «comercio justo es una alternativa destinada a establecer nuevas normas de producción y comercialización que tengan en cuenta las condiciones de vida de las personas y que respeten su entorno natural». Esto quiere decir que «detrás de cada uno de los objetos de estos comercios se encuentra un proyecto social destinado a la ayuda de la comunidad en la creación de infraestructuras básicas como escuelas, hospitales...».

Amelia Garau, de Intermón, hace un llamamiento a la sociedad mallorquina: «Pediría que la gente consuma con responsabilidad, sabiendo lo que hay detrás de cada objeto que compra. Tras los productos de los comercios justos jamás habrá explotación o intereses creados». Hay que destacar también que los objetos que se pueden adquirir en estos establecimientos son interesantes porque, además de el valor solidario añadido, son originales. Por ejemplo, los belenes tallados en piedra de Kenia, la vajilla estampada como una cebra de Zimbawue, los calentísimos jerseys del Nepal, un ajedrez peruano, etc.