Numeroso público asistió al acto celebrado en el Real Club Náutico de Palma. Fotos: Jaume Serra

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El mar fue de nuevo protagonista en el Real Club Náutico de Palma en la charla que ofrecieron los navegantes mallorquines Sinto Bestard, Xisco Estarellas y Toni Nicolau sobre su vuelta al mundo. Numeroso público asistió al acto, que fue presentado y moderado por Àngel Zorrilla, ambiéntandose con un pase de diapositivas.

Sinto Bestard cumplió uno de sus mayores sueños pese a su condición de invidente. Socio del Real Club Náutico de Palma, la inició en Lisboa integrado en la regata Round the World Rally, a bordo del Snooty Fox, un Oyster de 60 pies de eslora, el día 4 de enero de 1997. Después 24 escalas que comprendieron casi año y medio, llegó a Lisboa, coincidiendo con la Expo. Le acompañaron sus hijos y otros amigos se fueron turnando como tripulantes en distintas etapas. Bestard recordó: «Hubo muchos percances saliendo de Santa Lucía (Caribe) hacia Panamá. Perdimos un motor auxiliar, varios hombres cayeron al agua y hubo heridos. Las etapas se tuvieron que luchar. La mejor travesía fue la de Fidji a Port Vila en la isla de Efate, del archipiélago de Bamatu».

Xisco Estarellas, El capitán tormenta, decidió hacerla por su cuenta acompañado de sus dos hijos, y en alguna etapa con varios amigos. Su embarcación de madera, salida de unos astilleros del Port de Pollença, el Sirah, de 38 pies de eslora, apenas contaba con instrumentos de navegación. Zarpó del Club de Mar sin radar, sin radio de onda corta, sin nevera y con una sola batería. Estuvieron 18 meses navegando, realizando 173 escalas.

Toni Nicolau es el primer mallorquín que ha dado la vuelta al mundo en solitario y es socio del club Náutico sa Ràpita. Realizó esta gesta con el Vissiers 35, un barco más pequeño que los dos mencionados, recorriendo 26.800 millas en unas 25 etapas que transcurrieron en 16 meses. Toni Nicolau señaló: «Cuando se parte así has de ser autosuficiente y es una lucha constante con el material y los elementos. La peor etapa fue el estrecho de Torres, en Australia, en la que empleé 27 horas».