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El Govern presentó ayer sus primeros presupuestos, calificados de «transición» por el conseller d'Hisenda, Joan Mesquida, y que supondrán un notable incremento de la presión fiscal en el sector del juego. El presupuesto del próximo ejercicio asciende a 147.685 millones de pesetas, lo que supone un aumento del 9'8 por ciento respecto a este año. Las cuentas de la Comunitat serán entregadas al Parlament el 21 de octubre. El aumento de la presión fiscal en el sector del juego supondrá una inyección económica a las arcas del Govern de 1.500 millones de pesetas. El Ejecutivo, que ayer mismo comunicó su decisión a los integrantes de la Comissió Balear del Joc, modifica los tipos impositivos, lo que globalmente supone un incremento de la presión fiscal de un 5'2 por ciento.

La reestructuración supondrá, por ejemplo, que la tasa fiscal en los bingos se abone en el momento de la compra de los cartones. El tipo impositivo sube hasta el 20 por ciento, un 10 puntos más que en la actualidad.

Respecto a las máquinas recreativas, se suprime el recargo sobre la tasa fiscal, pero ésta aumenta un ocho por ciento. La presión fiscal también se incrementará en los casinos, con un crecimiento del 8 por ciento.

El Govern también realizará una modificación del tratamiento relativo a los inmuebles, con una mejora de las deducciones por la adquisición de vivienda para jóvenes con menos de 32 años. En cambio, se mantendrán las mejoras fiscales por el mantenimiento de los beneficios por custodia de hijos menores de 3 años, y discapacitados. Por contra, las 10.000 pesetas de compensación fiscal para los padres con hijos estudiantes en la Península se eliminan. «Nuestra intención es realizar un estudio pormenorizado en el primer semestre del próximo año del gasto para ajustarlo a la realidad», precisó Mesquida, quien no quiso dar demasiados detalles de los presupuestos en espera de presentarlos en el Parlament la próxima semana.