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¡Con qué melancolía cuidamos de nuestra memoria! ¿Quiénes de ustedes que vivieron esa época no sienten el irrefrenable deseo de volver a vivir los días pretéritos irremisiblemente fenecidos cuando se recrean con nuestras Imágenes de Ayer? Aunque algunos palmesanos sin palpitante evocación reclamen la reimplantación del servicio de tranvías como solución para descongestionar el tráfico, la entrañable imagen que hoy les ofrecemos constituye un postrer vestigio de un mundo fenecido. La Via Sindicato ya no cuenta con el entrañable «provincianismo» de aquellos días en que los desvencijados tranvías eléctricos recorrían calles y plazas palmesanas con su característico y prolongado chirrido. La causa estribaba quizá en el hecho de que los empleados de la Compañía de Tranvías Interurbanos castigaba a los motores Schnaider a la máxima velocidad y, aunque tenían freno eléctrico, usaban el de manivela. Fue en 1917 cuando se puso en servicio el nuevo sistema de transporte, el tranvía eléctrico, empresa creada por D. José Tous i Ferrer "fundador del diario Ultima Hora" que vino a sustituir a los antiguos tranvías de mulas mejorando las condiciones de vida de los mallorquines. En marzo de 1958 decíamos adiós a esos vehículos en los que se cedía el puesto a las señoras y desde los cuales, na Bel «rollet» practicaba la costumbre por la que era popular, lanzándose en marcha cuando divisaba un hermoso escaparate como el de la boutique «Elegancias» de una calle Sindicato no peatonizada como hoy.