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Se está imponiendo, cada vez más en Mallorca, la moda de tener como mascota un animal exótico venido de algún lejano país. Javi Simó Orpi es consciente de esta realidad y, por eso, ha abierto en Palma «Sargantana», una tienda especializada en toda clase de anfibios, insectos, serpientes, etc. «La idea de embarcarme en esta empresa surgió cuando me cansé de no encontrar en las tiendas de animales de Palma el tipo de especies que a mí me llaman la atención», comenta.

Basiliscos, trionixs, caimanes, tortugas, tarántulas, kinosternos, escorpiones... en Sargantana se pueden encontrar animales de casi todo el planeta. Son, en su totalidad, inofensivos. Sus precios oscilan según la especie y la edad del ejemplar. Así, la más cara es una tortuga pingüino, de unos veinte años, cuyo valor es de 200.000 pesetas. Si esta tortuga la compráramos cuando todavía es joven, y mucho más pequeña, nos costaría unas 20.000 pesetas. Un caimán, 80.000 pesetas; una phyton molurus de corta edad "que puede llegar a medir seis metros", 20.800; una iguana, 15.000 pesetas; o un escorpión, 2.400 pesetas, son otros ejemplos de los precios de estos animales.

Según Javier, «la gente que busca la adquisición de este tipo de ejemplares son, en general, personas que se estrenan en este hobby, es decir, que nunca han tenido un animal de estas características en su casa». El único requisito indispensable para poder comprar uno de estos animales es ser mayor de edad.

La especie más requerida es la serpiente, sea de la raza que sea, «aunque la falsa coral tiene mucho éxito, supongo que por su atractivo colorido». Cabe explicar que esta serpiente es totalmente inofensiva, al contrario que la verdadera coral que, sin duda, es mortal. Su cuidado es, explica Javier, «más fácil que el de un gato o un perro». Su alimentación consiste básicamente en ratones y su ración es semanal. Se adaptan perfectamente al clima estival de la Isla. Sin embargo, necesitan en invierno de una fuente de calor debido a la bajada de las temperaturas y puesto que son animales de sangre fría. Los que no necesitan calefacción son los lagartos, que necesitan unas lámparas que imitan los rayos del sol.

Otro animales, como los escorpiones o las tarántulas, se alimentan de grillos y gusanos, suculentos platos que Javier vende vivos y embasados. Dar de comer a las iguanas y las tortugas es más fácil, pues existen unos piensos especializados para cada especie.