Las restricciones de tráfico realizadas ayer por los centros de
control de Suiza y Francia (Marsella) provocó que el 17% de los
vuelos programados en Son Sant Joan (735 en total) se vieran
afectados por retrasos superiores a los sesenta minutos, según el
ejecutivo de servicio de AENA-Palma. Las puntas fueron muy
elevadas, ya que doce vuelos superaron las dos horas y alguno de
ellos alcanzó las cuatro horas: «Los tráficos más afectados fueron
el suizo, británico y alemán. Gran parte de la culpa de ello la
tuvo el centro de control de Marsella, ya que mantuvo una
frecuencia fuera de servicio a lo largo de prácticamente toda la
jornada por cuestiones técnicas».
El 17% de los vuelos afectados con retrasos, 36 de llegada y 34
de salida, afectó a más de 14.000 pasajeros: «No hubo aglomeración
en la terminal puesto que los vuelos retrasados se produjeron a lo
largo de todo el día y no en los momentos punta». El movimiento de
pasajeros ayer fue de 110.000 y en el acumulado entre el viernes y
el domingo, la cifra ha llegado a los 323.000, un 8'5 por ciento
más en comparación con el mismo fin de semana del pasado año. Pese
a las restricciones de tráfico, también hubo compañías aéreas
alemanas que se vieron perjudicadas por las rotaciones de su flota,
generando retrasos medios superiores a la hora y media.
Los trabajadores de la compañía LTE, filial de la compañía
alemana LTU, realizaron ayer la segunda jornada de huelga,
afectando la misma a 16 vuelos de la aerolínea, ya que los tres
aviones de LTE quedaron estacionados en la plataforma de aeronaves
de Son Sant Joan. Los trabajadores se manifestaron, junto con sus
familiares, frente a la oficina de billetes de LTU y por las
instalaciones de la nueva terminal.
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