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Demasiadas bellas y no pocas caídas Por si no faltaban pocas bellas con las que teníamos, Sofía Mazagatos se da una vuelta a la Isla, viniendo desde Eivissa, pero sin bajar a tierra. Sucedió anteayer: Le pregunté a Mari Àngels Alcázar, que es quien da la noticia, si tiene más datos y su respuesta es que no. ¿Qué habrá venido a ver Sofi? ¿Un solar? ¿A encontrarse con Mar Flores? Lo dudo. Por cierto, Mar sigue desaparecida. Tras haberla pillado fugazmente la otra tarde, no hay manera de dar con ella.

Me cuentan que anteanoche estuvo cenando en el restaurante del Club Son Verí Nou. Se lo pregunté a uno de los componentes de Alpresa, que la conocen por haber coincidido con ella en otros saraos, y «¡digo que si estuvo!», me dice. ¡Y nosotros con esos pelos! Aunque es normal que de vez en cuando bajen a un puerto tras tanta paliza marinera que se están dando y encima viviendo prácticamente encerrada en el barco, pues ni siquiera salió a ver el eclipse, cosa que sí hicieron las otras tres personas que van con ella. ¿Acaso teme que la vean? Pues yo la tengo archifotografiada en la cubierta de un barco, la otra tarde. Vean si no: ¿A que es ella? Y... bueno, pues si el conde Lequio consigue coincidir con algunas de sus ex mujeres en la Isla "Ana, Antonia dell'Atte y Mar", Mar hace lo propio, pues en el espacio coincide con el conde Lequio y casi lo hace con su ex, el otro conde, el italiano Carlo Constanza di Castiglioni, padre de su hijo Carlo, a quien se le vio tomando copas por el Capricho.

Por cierto, que llamé ayer a El Manantial para preguntar cómo estaba Ana. Porque, ¿saben?, anteayer, jugando a tenis con el conde Lequio, se cayó y se lesionó en una pierna. Como ni la madre ni la hija están, llamo al conde y me dice que me tranquilice, «que han ido a ver al médico, pero que no ha sido nada». Menos mal, porque a este paso, con las caídas de Koldo Núñez, en Formentor, y de Cristina Almeida, en Eivissa, nos van a llamar las Islas de los Caídos.

La última en llegar, al menos que se sepa, ha sido Inés Sastre, la imagen de Loreal, la modelo que no para de trabajar. Se vino desde Eivissa, con su novio, el director de la película que acaba de rodar en Argentina sobre la novia de Borges. Llegó a mediodía de ayer al Club de Mar, donde la esperaba su amigo Borja.... y media docena de periodistas. Parece que alguien gritó «¡A mí la guardia!», pues aquello se llenó de guardias que espantaron a los fotógrafos... Es un decir, claro, pues siguieron la Riva de madera de Borja, el anfitrión, que pillaron al rato con todos dentro, entre otros a Cristina Valls. Tan bella como aburrida, al menos hasta ahora, pues siempre la he visto rodeada de gente mayor, verbigratia un par de noches cenando en el Flanigan.