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La XXVI edición de la Marxa des Güell a Lluc a Peu contó ayer con una espectacular novedad: un encuentro de música mallorquina. La revetlla tuvo lugar en el punto de salida, donde el presidente del Grup Güell, Tolo Güell Barceló, recibió al presidente del Govern balear, Francesc Antich, y al alcalde de Palma, Joan Fageda.

Durante los momentos previos a la salida también tuvo lugar la entrega de premios en homenaje a personas o entidades de especial relevancia en la sociedad mallorquina. Los galardonados fueron el jugador del Real Mallorca Francesc Soler; Jaume Company, de la Agrupación Aires Mallorquines, la ONCE, los voluntarios de la Universiada 99, además de un reconocimiento al pueblo de Bosnia.

A las once, la traca fin de fiesta anunció el fin de las intervenciones musicales y los cerca de cuatro mil marxaires se pusieron en ruta. Les quedaba una larga caminata de nada menos que 48 kilómetros desde lo que fuera el bar Güell hasta Lluc, pasando por Santa Maria, Consell, Binissalem y Selva, entre otros pueblos. No todos iban andando. Algunos lo hacían sobre patines, otros en bici o en motocicleta, pero todos con ganas de participar. Para que nada aguara la fiesta, más de doscientas ambulancias acompañaron a los excursionistas.