El Rey, con el fundador y miembros galardonados de la «Rueda de Navegantes». Foto: Tomás Monserrat

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En la mañana de ayer, SM el Rey asistió a un desayuno en el restaurante del Club de Mar de Palma, en el transcurso del cual se rindió homenaje a Rafael del Castillo, promotor de «Rueda de los navegantes», o grupo de radioaficionados de diversos países que, desde hace unos veinte años y siempre de forma desinteresada y altruista, prestan ayuda a través de la radio a aquellos navegantes que la necesitan en sus travesías marítimas.

A lo largo de su discurso, el fundador de «Rueda de navegantes» reconoció que «en uno de los cuatro viajes que hice atravesando el Atlántico, tuve que recurrir también a la Rueda», y señaló que con el paso de los años se ha ido ampliando su campo de acción gracias a los corresponsales que tiene en Argentina, Azores, Cabo Verde, Santa Lucía, Filipinas "todos ellos presentes en el acto" y también Haití.

Recordó también que gracias a la Rueda se han conseguido muchos e importantes logros, como salvar la vida de un hombre, rescatado del medio del océano, seis horas después de que sus radioaficionados tuvieran noticia del naufragio de su embarcación y dieran parte de ello.

Don Juan Carlos recordó que, como radioaficionado que es "él es EAO-JC", en más de una ocasión había escuchado los mensajes de la Rueda. El monarca, a petición del fundador de la «Rueda de Navegantes», hizo entrega de cuatro placas a otros tantos ilustres radioaficionados de esta red, entre ellos Archibaldo Marez, ingeniero electrónico inventor de la radio digital, el corazón artificial y el marcapasos.

Tras desayunar en compañía de los radioaficionados, don Juan Carlos se trasladó al Real Club Náutico de Palma, donde fue recibido por Antonio y Enrique Puig, organizadores de la Copa del Rey de Vela, que comenzará a disputarse el martes en la bahía de Palma. Después, a bordo del Bribón, con el resto de tripulantes, entrenaron un rato.