Andreu Crespí, en uno de los últimos plenos celebrados en el Parlament.

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El grupo parlamentario socialista debe elegir hoy a su portavoz, que sustituirá en el cargo a Francesc Antich, en medio de una grave crisis interna. Andreu Crespí pretende ser elegido portavoz, después de aspirar a la Presidència del Parlament y a un puesto en el Govern, pero ni Antich ni los diputados de Mallorca y Menorca quieren que el actual secretario general controle el grupo parlamentario en el futuro.

El grupo socialista esta tarde a las cuatro, una hora antes del inicio de la sesión parlamentaria que debe servir para elegir al nuevo presidente del Parlament. En principio sólo se presentará un candidato al cargo de portavoz, pero nadie descarta que se repita la historia. El pasado 12 de julio Crespí se postuló para el cargo de presidente del Parlament y tuvo que renunciar durante la reunión de grupo cuando los diputados le advirtieron que se vería obligado a dimitir para dar paso a un presidente de la Cámara de otro signo político. Cinco minutos antes del inicio del pleno del Parlament Antoni Diéguez fue elegido candidato a la Presidència, y Crespí anunció que se estaba planteando la dimisión como secretario general del PSOE. Finalmente, Crespí no dimitió, aunque no ocultó su malestar por lo ocurrido.

Altos cargos socialistas estaban buscando a lo largo de la tarde de ayer una propuesta para evitar que durante la reunión de hoy estallen los problemas ante el evidente malestar de los diputados socialistas hacia la actitud adoptada por Andreu Crespí durante los últimos meses. Según relataron fuentes socialistas «Andreu Crespí nos amenazó con no votar a Maria Antònia Munar como presidenta del Consell Insular de Mallorca sino se le garantizaba el cargo de portavoz en la próxima reunión del pleno del Parlament». La ausencia de Crespí en el Consell hubiese impedido la elección de Munar a la Presidencia de la institución y hubiera puesto en peligro el futuro de los acuerdos entre UM y la izquierda.