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Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) propuso ayer a las compañías aéreas que se adjudicaron el concurso para explotar el hangar de Palma que sean ellas mismas las que sufraguen el coste de construcción de las instalaciones, valorado en 3.000 millones de pesetas. La propuesta, realizada por el director general del ente público, Francisco Cal Pardo, causó indignación entre las empresa de aviación, que se reunieron en Madrid para entrevistarse con el ministro de Fomento, Rafael Arias Salgado. «La sugerencia de AENA supone una auténtica tomadura de pelo, no sólo para nosotros, sino que también para Balears, ya que peligra un proyecto muy importante para las Islas», explicó un alto directivo de una compañía aérea. «Es muy fuerte que AENA actúe con esa ligereza, no sólo por eludir su compromiso económico, rubricado hace meses, sino que por el cambio radical de filosofía que sufrirá el proyecto de construcción del hangar», precisó. El ente público había adjudicado la explotación y gestión del nuevo hangar de mantenimiento de Son Sant Joan a la UTE formada por Iberia, Spanair, Air Europa y CASA.