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La 'movida' que está de moda este verano es la del «botellón». Surgió hace un par de años y se ha consolidado entre los jóvenes como la fiesta más barata y divertida de la noche.

Consiste en reunirse un grupo de amigos y acudir al supermercado, donde compran numerosas y variadas marcas de botellas de alcohol y refrescos. Por la noche la pandilla de amigos acude a la escollera del Moll Vell de Palma. En cuestión de minutos la bandeja trasera de los coches se utiliza como la barra idónea de un bar. Cargados de neveras de playa, hielo para las bebidas y un buen equipo musical en el vehículo, la 'marcha' da inicio en uno de los marcos más hermosos de la zona costera de Ciutat: frente a la catedral.

La 'movida' queda inaugurada con los primeros claxons alrededor de las once de la noche y se disfruta hasta las 4 o 6 horas de la madrugada. Gastan entre 2.000 y 4.000 pesetas cada uno. Se consume cantidad y calidad y se disfruta de un buen ambiente. Los fines de semana se llegan a concentrar cientos de coches.

Juan, Silvia, Marcos y Raúl forman una pandilla que durante un año ha reunido dinero para comprarse un coche de segunda mano, o quinta mano, y utilizarlo para ir a la escollera. «Así, no nos importa "comenta Marcos" que el coche se ensucie. Lo importante es que suene el 'loro' y no falte el hielo».

Todos los jóvenes coinciden en que este tipo de 'marcha' sale más barato que estar en un pub, bar o discoteca, ya que pueden beber todo lo que quieran y nada de 'garrafón' en las bebidas. «Nos gastamos 1.500 pesetas "afirma Marta, de un grupo de seis amigas", y nadie nos molesta. Es más, aquí estamos muy bien, vemos pasar muchos amigos y hay buen rollo».

NO SE INVITA
Quienes no tienen vehículo se sitúan en la zona de las rocas y en los bancos de cemento, donde colocan todas las botellas. Algunos grupos tienen prohibido invitar a quienes no sean de la pandilla. «En ocasiones "dice Laura" aparecen algunos gorrones que quieren beber por la cara». Los más asiduos del lugar cuentan que se han dado casos en que algunos, chicos o chicas, se han encontrado, con su novia o novio, cuando cada uno de ellos había dado una excusa al otro para no salir esa noche. l Julián Aguirre