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ADRIANA FERREIRO La cita fue en el colegio Camilo José Cela. Se trataba de la presentación de la Escola d'Estiu organizada por la Asociación de Madres de Discapacitados (Amadiba). Los niños estaban en el patio del colegio, al aire libre, al lado de dos grandes piscinas. Habían preparado un cartel de bienvenida para los periodistas que asistían a la presentación. La mayoría de ellos estaban sentados junto a una gran mesa realizando las actividades del taller de pintura, otros jugaban en una sala interior mientras los demás se refrescaban en la piscina. Todos estaban atendidos y supervisados por los monitores de la asociación. Amadiba es una entidad creada hace cuatro años por madres de niños con problemas de discapacidad física o mental. La iniciativa fue tomada por su actual presidenta, Elvira Jiménez Rozas, surgió ante la preocupación de ofrecer una mejor calidad de vida a los niños discapacitados, así como también facilitar la vida de sus familiares.

«Se trata de atender a los niños y al mismo tiempo apoyar a sus familias permitiéndoles compaginar la vida familiar y la laboral». La asociación posee además otros programas que se realizan durante todo el año: el programa de apoyo y respiro familiar, cursos de formación y un equipo de voluntarios. La asociación tiene su sede el barrio La Soledat-Llevant, sitio donde las familias asociadas cuentan con un servicio de apoyo las 24 horas del día durante todo el año.

Este año, Amadiba tuvo una vez más el apoyo «sa Nostra» para hacer posible la escuela de verano. La entidad bancaria donó un millón de pesetas para este programa además de las 700.000 que se habían donado para el proyecto de apoyo y respiro familiar. El director de la Obra Social y Cultural de «sa Nostra», Miquel Alenyà, estuvo presente ayer, durante la presentación de la escuela de verano.

Por otra parte, los niños y familias de Amadiba reciben también el apoyo de otros organismos. El Ajuntament de Palma, además de ofrecer las instalaciones del colegio Camilo José Cela, realizó varias subvenciones para la escuela que alcanzan las 650.000 pesetas. El CIM aporta cada año 300.000 pesetas, y el Govern cerca de 600.000 pesetas.