El regidor de Governació de Cort, Joan Bauzà, dijo ayer, respecto a
la posibilidad de que los inmigrantes tengan que dormir al pairo
debido al cierre de Ca l'Ardicaca por obras que, en invierno «no
permitimos que nadie duerma en la calle» y precisó que, en verano,
«es difícil distinguir si una persona duerme o toma el fresco».
Sesenta inmigrantes subsaharianos que desde hace tres meses se
albergaban en Ca l'Ardiaca y que fueron desalojados por obras en el
edificio, se verán obligados a dormir en la playa o en la calle
porque nadie les quiere alquilar un piso, según denunciaron sus
portavoces. Bauzà aseguró que, según la información de que dispone,
«los inmigrantes serán alojados en diferentes lugares y en breve
plazo las obras de Ca l'Ardiaca estarán terminadas».
Tras retar a los periodistas a comprobar «si alguien duerme en
la calle», el responsable del área de Governació reiteró las
actuaciones del Ajuntament para impedir que estas situaciones se
produzcan. Bauzà hizo un llamamiento a la solidaridad «para que el
colectivo de inmigrantes tenga un lugar digno para vivir».
Los sesenta inmigrantes africanos que no han conseguido un piso
para alquilar podrán recurrir de momento a Ca l'Ardiaca para pasar
la noche a pesar de las obras.
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