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Ramón S. y María S. se encadenaron ayer al balcón de su casa, en la calle Ermitaño de Palma, ante el temor de que pudieran ser obligados a abandonar su residencia. Los vecinos de la calle alertaron a la Policía Local sobre la situación de esta pareja. Ramón S. trabaja como guardacoches y enseñó su contrato de alquier, firmado en 1985, para defender su derecho a permanecer en la casa a pesar de que la dueña de la vivienda les envió un escrito en el que les conmina a abandonarla.