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Ayer fue la última noche que pasaron en Ca l'Ardiaca los inmigrantes africanos que durante los dos últimos meses han tenido en este centro, dependiente de es Refugi, un techo donde dormir. Hoy, antes de las ocho de la mañana, los menos de sesenta inmigrantes que quedaban anoche en el centro, del más del centenar que llegaron a ser, partirán de Ca l'Ardiaca con sus mudas hacia el trabajo y sin tener nada claro dónde dormirán esta noche. Ca l'Ardiaca cierra por obras julio y agosto y, hoy por hoy, estos hombres, que han venido a Mallorca a trabajar en la construcción por falta de mano de obra, están en la calle sin que las instituciones hayan sido capaces de dar solución a un problema que tiene que ver con la xenofobia y el racismo. El resto de residentes de Ca l'Ardiaca irá a Can Gazà.

Estos inmigrantes no tienen problema de dinero (cobran unas 200.000 pesetas al mes) sino de rechazo y reticencias de los dueños de los pisos que tienen miedo de que el inmueble que alquilen para tres, cuatro, cinco personas... acabe finalmente habitado por más de veinte e incluso treinta africanos, y lo destrocen. Así, tienen que pagar alquileres abusivos pero, no menos cierto es que también parte de la responsabilidad es de ellos, que para ahorrar un dinero para enviarles a su familias, regresar a su país o seguir escapando de la miseria, prefieren dormir amontonados o en la calle, dejando el problema en manos de las instituciones y de las ONG que, hoy por hoy, han sido incapaces de dar una respuesta al problema.

No obstante, estos ya algo menos de sesenta inmigrantes que a partir de hoy se quedarán sin techo son una minoría respecto a todos los que deambulan por las noches de Palma y malviven hacinados en pisos e incluso cuartuchos. Ayer, el Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API) se reunió con el director general d'Acció Social. El colegio remitirá a los asociados una circular en la que se les informa de que pueden alquilar pisos a estos inmigrantes con garantías a través de la Cruz Roja, que gestiona el dinero ya aprobado (4 millones) por el Govern, Consell y Ajuntament de Palma. Esta medida debe facilitar en principio una casa a estos inmigrantes.

Desde el Centro de Información al Trabajador Extranjero (CITE) de CC OO se señalaba ayer que no tienen decididas las medidas de presión a adoptar para conseguir una solución al problema de estos inmigrantes y que estas deben ser decididas por los afectados, con los que tienen previsto reunirse. Por su parte, desde Esquerra Unida se considera indignante la negligencia de las instituciones públicas en la solución del problema de falta de vivienda para los inmigrantes.

Se muestran muy molestos con las instituciones «porque "decía uno de ellos" nos habían prometido mucho y no tenemos nada». A parte de estas palabras todo fue silencio. Eso sí, había actividad para ultimar hoy un nuevo éxodo a ninguna parte.