Las compañías privadas de aviación critican con dureza la gestión del tráfico aéreo en Palma.

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La patronal de compañías aérea privadas (chárter) AECA deploró ayer, a través de su presidente, Felipe Navío, que los controladores de Palma estén obteniendo contraprestaciones económicas y laborales a través de crear «un alarmante desorden en las programaciones aéreas», señaló. Por ese motivo, Navío exigió la incorporación de controladores militares a la torre de control de Son Sant Joan «para impedir que la gestión de la navegación aérea española esté en manos de intereses sindicalistas». Las declaraciones del presidente de AECA coincidieron con el principio de acuerdo alcanzado ayer por el colectivo de controladores con AENA, por el cual, éstos garantizan hasta el próximo 15 de julio la normalidad en el tráfico aéreo. El acuerdo se alcanzó al comprometerse AENA a estudiar la propuesta de los controladores de asumir un seguro de vida de 50 millones de pesetas para cada uno de los 1.500 profesionales de España, como «contrapartida por el trabajo adicional que tendrán que realizar, según confirmó el presidente de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), Juan María García Gil. «Les va a salir muy barato, pues es un seguro colectivo y se pueden conseguir precios muy ajustados». A pesar de esto, «el tema está aún abierto; nosotros hemos hecho una propuesta y estamos a la espera de conocer la respuesta de AENA», añadió. Navío, por su parte, señaló que las empresas privadas de aviación están evaluando el coste de los retrasos registrados en los últimos días para exigir compensaciones a AENA. «La situación es muy preocupante», dijo Navío, «porque los controladores están imponiendo a la fuerza sus argumentos y olvidan que son los responsables de un servicio público esencial».