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El PP perdió ayer la mayoría absoluta en el Parlament balear y el futuro político de Baleares estará pendiente en los próximos días de los pactos entre los distintos partidos políticos. Los populares, pese a ser la fuerza más votada en Balears, no consiguieron los 30 diputados necesarios para tener mayoría absoluta y, por quinta legislatura consecutiva, gobernar en la Comunitat Autònoma. Matas se verá obligado a pactar si quiere continuar en la presidencia después de las severas derrotas electorales sufridas por el PP en Menorca, Eivissa y Formentera.

La candidatura de Matas revalidó los resultados del 95 en Mallorca, donde el PP ya no obtuvo mayoría absoluta, pero en el resto de las islas los populares perdieron los diputados necesarios para mantener los 30 diputados que necesita para gobernar con una cómoda mayoría absoluta en el Parlament.

Los socialistas se han consolidado como la segunda fuerza política de las Islas, y Francesc Antich es el otro aspirante a presidir el Govern si logra reunir todos los votos de la izquierda y el apoyo de Unió Mallorquina.

El PSM, en cambio, ha retrocedido ligeramente respecto a las últimas elecciones, especialmente en Mallorca, donde la formación nacionalista ha perdido un diputado.

Unió Mallorquina volverá a ser la fuerza clave en Mallorca y posiblemente también en Balears. La formación política que lidera Maria Antònia Munar ha crecido considerablemente respecto a las últimas elecciones autonómicas, y ha logrado un diputado más respecto a 1995, donde con sólo dos escaños consiguió la presidencia del Consell Insular de Mallorca. Ahora, con tres diputados, el futuro de UM puede mejorar considerablemente.

Peores han sido los resultados para EU"Els Verds en Balears. Pese a ir juntos en coalición, Esquerra Unida y Els Verds mantienen los escaños de 95, pero pierden en porcentaje de votos. Sus tres diputados también resultarán decisivos para un hipotético gobierno de centro"izquierda.

Baja participación
La participación en las elecciones de ayer disminuyó considerablemente respecto a 1995. Cuando se habían escrutado el 99'3 por ciento de los votos en el ámbito de Balears, la participación se cifraba en un 57'4 por ciento. En las últimas autonómicas la participación superó el 63 por ciento. En cualquier caso, la abstención pudo perjudicar a los partidos mayoritarios, y sobre todo al PP.