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El caso del censo electoral de Formentera, destapado la pasada semana por la coalición de izquierdas, fue denunciado ayer ante la Fiscalía de Eivissa para que inicie una investigación. El PP se desvinculó de las posibles irregularidades y anunció que pedirá un informe al Ministerio de Asuntos Exteriores. PSM, PSOE y EU-Els Verds impugnarán los votos de los 74 argentinos censados en Formentera, un hecho que los tres partidos calificaron de «pucherazo».

Sobre este asunto, la presidenta de Unió Mallorquina, Maria Antònia Munar, manifestó que «Matas ha alterado el censo; Cañellas era más demócrata».
Para Eberhard Grosske, «ésta ha sido una legislatura permanentemente distorsionada por las actitudes antidemocráticas del PP, que continúa prisionero de un pasado político que ha sido incapaz de superar». «Ahora vemos cuáles son los resultados de los viajes a Sudamérica de Jaume Matas y de la 'operación añoranza'», opinó Antich.

Desde el PP se rechazó cualquier intento de manipulación del censo de Formentera. Joan Verger recordó que el censo se conocía desde hace meses, pero subrayó que «los partidos de la oposición prefieren ahora montar follón porque no ven claros los resultados electorales». Pedro Àlvarez, coordinador de la campaña del PP, comentó que «es obligatorio que los residentes en el extranjero se censen para las autonómicas y europeas». «Hay unos 600 argentinos relacionados con Balears que han optado por incribirse en el censo de Madrid», apuntó Àlvarez.