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El departamento de Carreteres del Govern balear ha realizado un estudio en el que se constata que la construcción de nuevas autopistas en Mallorca supondrá un consumo de territorio de 700 hectáreas. Este consumo parte de la hipótesis de que las vías tengan un nuevo trazado y no se aproveche la carreteras ya existente para desdoblarla.

El convenio de carreteras contempla la construcción o prolongación de tres autopistas: la ampliación hasta sa Pobla de la actual autopista a Inca, la construcción de la de Manacor y la prolongación de la autopista de Ponent hasta Andratx. El nuevo trazado de estos tres proyectos representa ese consumo de 700 hectáreas.

En el mismo estudio se pone de manifiesto que el desdoblamiento de las carreteras que ya existen para convertirlas en autopistas supone un consumo de 400 hectáreas, aproximadamente un 40 por ciento menos de impacto territorial.

A la vista de estos datos, el conseller de Foment, Joan Verger, considera que la mejor solución para la Comunitat Autònoma es la construcción de autopistas basadas en un nuevo trazado. Verger considera que las diferencias en el impacto territorial no son tan importantes como para apostar por el desdoblamiento. En opinión de Verger, por encima de cualquier consideración debe primar la seguridad de los automovilistas y ésta queda mucho más garantizada con el nuevo trazado que con el desdoblamiento de la actual carretera.