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Balears no es indiferente a la tragedia que viven numerosos pueblos que se han visto obligados a abandonar su tierra y refugiarse en otros países. Esta solidaridad se ha puesto de manifiesto recientemente con el estallido de la guerra de los Balcanes. Cientos de familias de las Islas han expresado su interés por acoger a familias albanokosovares mientras dure la intervención militar de la OTAN. No sería la primera vez, ya lo hicieron en la anterior guerra de Bosnia.

Y desde mucho antes, desde hace 24 años, las Islas ayudan al pueblo saharaui exiliado en Tindouf (Argelia). Hace un mes aproximadamente, del 25 al 29 de marzo, una expedición de 95 isleños visitó los campamentos de Tindouf, a donde huyeron los saharauis en 1975 cuando España se desprendió del Sáhara occidental y fue invadido por Marruecos.

La delegación balear viajó con 1.500 kilos de ayuda humanitaria. El doctor Josep Bibiloni, que desde hace años coordina un proyecto de vacunación, organizó la entrega de material al Ministerio de Salud Pública: cartillas y un ordenador para el control de la vacunación. También se llevó ropa deportiva para el centro de mujeres del Fons Català.

Otro de los objetivos del viaje era visitar a las familias de los once niños saharauis que estudian en los institutos de es Raiguer y concretar con el Ministerio de Educación la acogida en Mallorca de cuatro niños más para el próximo curso.

Durante el viaje, los visitantes tuvieron la oportunidad de convivir con las familias saharauis en El Aaium y Smara. «Se les ve cansados, resignados», explica Nuria Perea, representante de la Associació d'Amics del Poble Saharià de les Illes Balears, entidad que organizó el viaje junto con el Fons Mallorquí de Solidaritat i Cooperació.