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T odos sabemos que José María Aznar habla catalán en la intimidad, pero Esperanza Aguirre no ha practicado lo suficiente. La presidenta del Senado quiso imitar a su jefe e intentó despedirse en nuestra lengua al finalizar su intervención. Lo que le salió fue una mezca entre mallorquín y gallego, aunque más parecido al idioma de Fraga. Y es que Esperanza Aguirre tenía prisa para irse al aeropuerto, aunque nadie entiende tanta puntualidad de la presidenta del Senado por estar en Son Sant Joan tal y como están los aeropuertos. Total, que Esperanza Aguirre no esperó la conclusión del acto y a Joan Flaquer le hacían señas desde abajo del escenario para que cediera la palabra a la ex ministra.

Además de Aguirre, el acto tenía mucho morbo para saber si los diputados defenestrados de las listas acudirían. Muchos de ellos estuvieron en el Auditorium, y de los Cañellas sólo acudió José, que todavía es senador, aunque por poco tiempo. Otro detalle que no pasó desapercibido fue la ausencia de Enrique Fajarnés en la foto de familia. El alcalde de Eivissa abandonó la sala antes de lo previsto, aunque todavía no sabe que aquí no es tan importante como en su ciudad y a nadie le importó su marcha, sobre todo a Antoni Marí Calbet.

Los otros alcaldes fueron ovacionados cuando salían al escenario, aunque llamó la atención lo querida que es por sus compañeros la alcaldesa de Andratx, Margalida Moner. Otros candidatos, en cambio, son tan poco conocidos que tuvieron que identificarse para poder estar en las primeras filas del Auditorium.