El grupo búlgaro consigue el Premio Mundial por segunda vez.

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Los diferentes grupos que han participado en el VIII Festival Mundial de Danzas Folclóricas 1999 se despidieron ayer en la plaza de toros de Palma del público que llenó el coliseo.

Durante toda la semana los 45 grupos que han asistido al certamen han llenado de color, música y ritmo las calles y plazas de la capital balear.
17 premios se repatieron ayer entre los grupos competidores procedentes de más de 30 países de todo el mundo. El primer premio mundial recayó en el grupo «Martenica Folk Emsemble», de Bulgaria. Este país ganó también el máximo galardón del festival en 1997. La delegación de Portugal fue la galardonada del segundo y tercer premio.

En el apartado de danzas resultó vencedor el grupo mallorquín «Aires de Pagesia», y en música-vocal el primer premio recayó en los integrantes de conjunto «Añaquiños», del Centro Gallego de Mallorca.

Los trajes más vistosos y que más agradaron a los miembros del jurado fueron los de «Aires Gabellins» de Mallorca.
Este año la competición internacional de danzas ha contado con dos nuevos premios. El galardón «Bartomeu Enseñat» a la autenticidad del folclore que recayó en el grupo infantil de danzas «Doña Urraca» de Zamora. Este mismo conjunto de baile se llevó también el primer premio en el apartado de danzas infantiles.

La distinción especial del jurado, otro nuevo premio, recayó en el grupo de Albania «Illyrica». Los miles de bailarines, músicos y cantantes de los 5 continentes han ofrecido al público mallorquín y a los numerosos turistas que visitan la Isla, espectáculos variados, promoviendo un encuentro entre diferentes cultuas, folckores y étnias.

El jurado internacional compuesto por especialistas en el campo de la música, la danza y la coreografía han seguido de cerca durante siete días a cada uno de los grupos participantes en el festival.

En el festiva de folclore de Palma ha predominado el compañerismo y la camadería entre los miles de congregados. La mezcla de razas, culturas, étnias y costumbres ha proporcionado la oportunidad de hacer amistades entre todos los continentes.

Ayer el público congregado en la plaza de toros aplaudío a todos los grupos en una noche en la que se despedían todos los participantes aunque, muchos de ellos, con la convicción de que regresarán dentro de dos años.