En el centro de Ca l'Ardiaca se instalan cada noche, desde hace días, unas tiendas de campaña para acoger a personas necesitadas.

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M. GONZALEZ / J. MASCARELL Diversos colectivos y partidos políticos han dado la voz de alarma ante los problemas sociales que está provocando la avalancha de inmigrantes llegados a Palma, especialmente desde principios de año, para trabajar en alguna de las numerosas obras del Pla Mirall.

FOTO: JAUME ROSSELLO

Concretamente, el PSM de Cort aportó ayer datos actualizados sobre la saturación que padecen tanto el Hospital de Nit, que depende del CIM, como el Centro de Acogida de Transeúntes de Can Pere Antoni, que mantiene el Ajuntament de Palma con una aportación anual de 64 millones.

En el Hospital de Nit existe en estos momentos una lista de espera de 35 personas, pues están ocupadas las 32 camas estables de que dispone el centro y las 50 de la zona de acogida temporal. De estas últimas, seis están ocupadas por isleños y las 44 restantes albergan a extranjeros, 32 de ellos africanos procedentes de Argelia, Marruecos, Mali, Nigeria, Gahna, Liberia, Guinea Bisau, Senegal, y Camerún.

La situación es hoy mucho más grave que hace sólo una semana, cuando había albergados 39 africanos y la lista de espera era de 12 personas. Entonces ya la Associació Marginats-La Sapiència, que gestiona el Hospital de Nit, mostró su preocupación y reclamó soluciones de emergencia.

El problema de estos trabajadores se concentra desde su llegada a la Isla -en muchos casos son llamados- hasta el momento en que perciben su primer sueldo. Sólo algunas empresas constructoras, las más grandes, los traen a Palma ya con una vivienda contratada.

En Ca l'Ardiaca se montan cada noche tiendas de campaña por falta de espacio
Ca l´Ardiaca, que pertenece al Refugi y que ya tenía «overbooking» hace dos meses, ha visto cómo 19 nigerianos recién llegados del refugio de Ceuta, a donde a su vez llegaron huyendo de la hambruna de su país, han llamado a la puerta pidiendo techo y cama donde pasar la noche. Y aunque no disponen ni de un rincón donde albergarlos, pues hasta el suelo esta ocupado, han instalado unas tiendas de campaña donde pasan la noche a la espera de tiempos mejores.