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Trajo desde Holanda todo su equipo de esquí para probar, cuando el tiempo lo permitiera, el ascenso y descenso del Massanella sobre las tablas. Las grandes nevadas caídas en las últimas semanas le permitieron probar suerte y realizar en solitario una aventura que completa sus peculiares excursiones por Mallorca. De hecho, Johan Yntema ya ha bajado en piragua sa Riera desde Puigpunyent y repitió la experiencia con una tabla de surf.

Holandés, de profesión jardinero, diseñador y, en sus ratos libres, piloto, pudo culminar el pasado martes su viaje por la montaña. «Generalmente la travesía dura alrededor de 3 horas. Me costó el doble. Lo peor de todo fueron los últimos 400 metros, porque había muchos desniveles. En algunos sitios me encontré con 1'5 metros de nieve y no muy lejos sólo había 2 centímetros. Los esquíes acabaron destrozados», afirma.

Indica que tanto la subida a la cima (1.300 metros) como la bajada fueron muy duras. «Sé esquiar bastante bien, pero fue muy difícil por la gran cantidad de rocas. En algunos lugares la nieve estaba congelada y me caí bastantes veces».

Comenzó la subida con niebla y vio el sol por la tarde. El descenso lo tuvo que hacer ya de noche. Residente en Mallorca desde hace 14 años, Johan también ha practicado la acrobacia con aviones. «El peligro está siempre calculado. No busco más peligro que el normal».