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«Están condenando a desaparecer a 60 establecimientos de las Islas y más de 250 puestos de trabajo». De esta forma resume Francisco Sendín, presidente de la Associació d'Herbodietètiques de Balears, el panorama que se les presenta si finalmente el Gobierno Central aprueba el Decreto Ley que limitará la venta de plantas medicinales exclusivamente en las farmacias.

Actualmente las herboristerías venden, aproximadamente, 400 tipos de plantas medicinales. Si el decreto entra en vigor, según Sendín, tendrán prohibido comercializar más de 300 especies. «Es un golpe terrible ya que estas plantas son las que tienen más demanda y suponen un 85 por ciento de las ventas totales».

Los comerciantes del sector herbodietético aseguran que no podrán subsistir con esta cuota de mercado (las ventas se reducirían al 15 por ciento) por lo que desaparecería un tipo de establecimiento cada vez más asentado en las ciudades modernas.

Precisamente en el auge comercial de este tipo de productos encuentra Sendín un argumento para explicar la intención del Ministerio de Sanidad, «en los últimos cinco años el volumen de negocio de las hierbas medicinales ha aumentado un 100 por ciento y el año pasado ha generado un negocio de 100.000 millones de pesetas. No sería extraño que el sector farmacéutico, con mucha fuerza, haya presionado para quedarse con el negocio».