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Las primeras «ruetes» de la part forana llenaron de color las calles principales de Inca y Manacor en la celebración del Dijous Llarder (jueves lardero), último jueves anterior al miércoles de ceniza. En Mallorca existe la costumbre de comer ensaimadas y «coques de tallades» hechas en casa, coincidiendo con el inicio de seis días de carnaval. La Isla celebró ayer su «Dijous Llarder», tradición que se recuerda ya en el siglo XVI y que está vinculada a la exaltación del cerdo, carne prohibida por la Iglesia en los días de Cuaresma y considerada «un triunfo» sobre las privaciones de esta celebración cristiana.

La celebración de la Rueta en Inca congregó a casi 5.000 personas, entre participantes y público. La salida del desfile se efectuó a las cinco de la tarde desde la Plaça de la Quartera. Allí se habían ido congregando desde casi una hora antes los escolares más pequeños de los diferentes colegios y guarderías de la ciudad.

Los escolares de Manacor celebraron, a partir de las cinco de la tarde de ayer, cuando terminaron las clases lectivas, su Rueta en el Passeig de na Camel.la de la ciudad. Los padres y madres de los pequeños escolares fueron los encargados de acompañar a los niños que celebraron con animación la llegada de los carnavales. Los más pequeños participaron mínimamente en sa Rueta por temor a los sprays, ya que el año pasado se produjo un ambiente de gran malestar a causa de las gamberradas.