José, que nos muestra los recortes de prensa que cuentan la proeza, confiesa que sigue remando y jugando al rugby con los Golden Oldies.

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José Hurtado Martín, vallisoletano, abogado y periodista, emigrado a Venezuela a principios de los 50, piragüista, jugador de rugby y "pensamos" aventurero dentro de un orden, pasa sus vacaciones en Palma, en el Luz Marina.

Aposentado en unos de los sofás del hall nos cuenta que en agosto de 1946, él y otros once regatistas, en tres K-4, a golpe de pala realizaron la travesía Alicante-Palma por etapas, lo que no quita que fuera una proeza, como así la calificó la prensa de la época, y que encima estableciera un récord mundial, tanto en distancia "350 km" como en aguante, «pues aparte de que perdimos unos cinco kilos, nadie se desvaneció jamás, sino que remamos sin parar, cosa que sólo hacíamos cuando nos tomábamos los descansos reglamentarios.

En una revista, cuyo nombre no recuerda, pero de la que guarda una página fotocopiada en la que el jefe de la expedición, Jorge Hernández, explica los pormenores de la travesía, cuenta que remaron alrededor de setenta horas, que son 100.000 paladas, «porque por cada minuto damos 20, cuando menos, y 28 cuando más».

La travesía "recuerda José Hurtado" la hicimos en siete tramos: Alicante y Villajoyosa; Villajoyosa y Calpe; Calpe y Jávea, donde nos tomamos un día de descanso; desde Javea llegamos a Sant Antoni (Eivissa); desde ahí a Cala Sant Vicenç (Eivissa); y desde ahí a Santa Ponça (Mallorca). El último recorrido fue entre ésta y Palma, donde fuimos recibidos por las autoridades.