Poco tiempo después de finalizar los conciertos, los operarios empezaron a limpiar. Foto: JAUME MOREY.

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M. AZAGRA Lo hicieron rápido y sin muchas molestias. Los servicios de limpieza y de mantenimiento de EMAYA se encontraron, un año más, con un panorama «desolador» al comenzar la festividad de Sant Sebastià.

Pasadas las 2.30 horas, y terminada ya la revetla más corta de los últimos años, las brigadas municipales comenzaron unos trabajos de limpieza que actuaron sobre los foguerons, los bordillos de las aceras, los contenedores y las calzadas del centro de Palma. Agua y más agua para limpiar un suelo lleno de desperdicios, latas y platos que «desaparecieron» mucho antes de que diera comienzo la Diada Ciclista.

Todo quedó listo y limpio para celebrar en Ciutat la festividad de su santo patrón.