La Festa del Pi, una especial forma de celebrar Sant Antoni. FOTO: AINA VIVES.

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En el predio de Ternelles, el pueblo de Pollença vivió un año más la tradicional Festa del Pi. Una forma de celebrar Sant Antoni muy especial y que forma parte de la cultura y tradición del pueblo pollencí.

La fiesta de esta arraigada tradición del Pi de Ternelles comienza ya el mismo día de Sant Antoni por la mañana. Todos, grandes y pequeños, suben a pie hasta el predio de Ternelles, en donde les esperan los arenques y el Pi, que ya fue elegido y cortado, unos días antes, por una comisión de fiestas encargada.

Ayer, como cada año, después de saborear los arenques y apagar la sed con el mesclat, la bebida tan apreciada por el pueblo pollencí, comenzaron a sonar las xeremies, calentando los ánimos de los más jóvenes, que comenzaron a preparar las cuerdas para empezar el camino hacia Pollença.

Eran las dos de la tarde cuando, al son de «volem mesclat, volem mesclat», los jóvenes iniciaron el camino que les llevaría hasta la Plaça Vella, en donde colocaron el Pi de Sant Antoni. Ayer, como casi todos los años, fue también muy avanzada la tarde cuando uno de los jóvenes de Pollença consiguió subir hasta lo alto de Pi.