Danzas y representaciones en la conmemoración de los Derechos Humanos. Foto: VSF.

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Representan a dos organizaciones con sede en Mallorca: Veïns Sense Fronteres y la delegación local de Amnistía Internacional, y juntos han colaborado en la labor humanitaria desarrollada en los campos de refugiados burundeses situados en Tanzania.

Francisca Pons, María Sastre y Jaume Obrador, en representación de Veïns sense Fronteras, y Jaume Maisonneuve, por AI Mallorca, han vuelto hace varias semanas del país africano donde, además de realizar un seguimiento de los proyectos de cooperación allí desarrollados y de poner en marcha otros, han conseguido reunirse con dirigentes de las partes en conflicto y unido a todas las ONG de la zona en una celebración de la Declaración de los Derechos Humanos con la participación de los propios refugiados.

En los campos de refugiados de Mtabira y Muyovozí, situados en la región tanzana de Kigoma, se encuentran en la actualidad más de 100.000 burundeses que han huido de su país debido al conflicto bélico y la subida al poder de los militares. Allí, según aseguran los cooperantes, los refugiados se hacinan sin ninguna posibilidad de poder volver a su país hasta que no se haya restablecido la paz.

Para ello, las dos organizaciones mallorquinas han puesto en marcha un proyecto de educación por la paz y los derechos humanos. Ésta es, según Obrador, su iniciativa estrella y tiene por objeto preparar a los refugiados para que vuelvan a su país «más con la filosofía de reconstrucción que con la del odio».