Peinaditos y con cara de niños buenos los más peques recibieron anoche a los Reyes Magos. Foto: JULIÁN AGUIRRE.

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Alegría, gritos y mucha ilusión. Una noche en la que los niños participaron de forma masiva en la Cabalgata de Sus Majestades los Reyes Magos. Las miradas y rostros de los más pequeños lo decían todo. Algunos pensaron que quizás no se han portado todo lo bien que sus padres deseaban, pero que tampoco, seguro, han sido tan traviesos. Otros prometen portarse mejor este año y la gran mayoría afirmaron haber sido buenos o muy buenos. Fue una tarde intensa, la de ayer. La noche larga y sin despegar la mirada de los zapatos o calcetines hasta que eran vencidos por el sueño. Junto a la ventana o puerta del balcón, vasos de agua, leche o terrones de azucar para los camellos. Para los Reyes, algunas pastas de té y galletas.

Por lo visto, este año uno de los regalos que más están dejando los Reyes, en Mallorca, son las bicicletas. En Alaró, dos hermanas, Juana Mari y Gema Martí, ambas han pedido a Melchor, Gaspar y Baltasar, vídeo-juegos para la vídeo-consola que les trajo el Papá Noel en Navidad. Juana también ha pedido «los últimos éxitos musicales del 98» por que le gusta escuchar música. Gema prefiere un cochecito de bebé para sacar a pasear sus muñecas. Pablo Barragán, de tres años y medio, que nos dijo que había sido muy bueno, ha puesto la zapatillas en el árbol y espera nervioso un billar, un disfraz de Superman y un castillo para construir.