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El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB), Àngel Reigosa, calificó de «positiva pero insuficiente» la creación de un nuevo Juzgado de lo contencioso-administrativo en Palma (al que se le añadirá un segundo a partir de abril de 1999).

«Estos Juzgados unipersonales van a descongestionar las salas de lo contencioso-administrativo, pero a mí me siguen pareciendo insuficientes debido a la gran cantidad de asuntos que se generan en Baleares», dijo Reigosa.

Los nuevos Juzgados resolverán principalmente recursos contra actos de las entidades locales, tanto cuestiones de personal como de tributos de las haciendas locales, licencias de edificación y uso del suelo y subsuelo, declaración de ruina o ejecución de obras y sanciones administrativas, según la Ley 29/1998 reguladora de la Jurisdicción Contencioso-Administrativo que entró en vigor el pasado lunes.

«La ley prevé entonces cuáles son los asuntos que irán a unos Juzgados o a las salas, algunos por importancia o por la materia y la cuantía», afirmó Reigosa.

«Así y todo, son pocos los Juzgados habilitados en Balears, ya que hay una gran escasez de jueces en España; aquí (en las Islas) tenemos muchos Juzgados vacantes», precisó.

Reigosa dijo, no obstante, que la atribución de todos estos asuntos a los nuevos Juzgados significará una descarga de trabajo para la sala de lo contencioso-administrativo de Balears, que arrastra una bolsa importante de asuntos atrasados.

Uno de los aspectos más relevantes será la rapidez en la ejecución de las sentencias.

30.000 casos pendientes en las Islas
La estadística judicial que obra en poder del TSJB revela la existencia, a finales de este año, de más de 30.000 asuntos pendientes en los tribunales de Balears al finalizar el primer semestre de 1998, frente a los 27.016 que había en el primer trimestre de 1997. El elevado número de pleitos y la saturación de casos pendientes que arrastran los Juzgados mereció diversos comentarios por parte de personas vinculadas al sector judicial, que destacaron «la tarea ímproba» que realizan los jueces, ya que resolvieron hasta marzo de 1997, 30.723 casos. Las cifras «demuestran que se trabaja mucho; además hay que tener en cuenta algo muy importante, como son las sentencias muy complicadas, donde el juez necesita varios días para resolverlas», dijo el magistrado Pere Barceló.